martes, 30 de julio de 2013

Nace El Colegio de Morelos…ojalà se renueven las humanidades en Morelos

Atril: Nace El Colegio de Morelos…
blog | Julio 28, 2013 - 6:00am | Por José Manuel Pérez Durán
http://www.diariodemorelos.com/blog/atril-nace-el-colegio-de-morelos%E2%80%A6

Salió como las chachas, por la puerta de atrás, sin despedirse de nadie. Su destitución pendía del hilo de un amparo tras otro, hasta que al quinto se rompió. El martes 16 de julio le fue negado un recurso más y a partir de ahí se desató la caída de Jesús Araiza. Aferrados al mangoneo de la dirección general del CIDHEM, sólo él y sus incondicionales no vieron la debacle. El miércoles 17 reaccionó Araiza y se organizó una conferencia de prensa. Su argumento fue: “el gobierno quiere desaparecer al CIDHEM”, en referencia al decreto de extinción del Centro y con el también argumento falaz de que “el proyecto de convertirlo en Colegio de Morelos es un engaño”. Pero ni una cosa ni la otra. Al día siguiente el doctor Luis Tamayo –primer director académico del CIDHEM y discípulo del doctor Ricardo Guerra– convocó a una rueda de prensa. Lo dijo bien claro: “quienes desaparecieron al CIDHEM desde 1999 fueron los mismos que colocaron a Araiza”. Obvia la alusión a los panistas que convirtieron al CIDHEM en una agencia de colocaciones de la ultraderecha y de la Universidad Popular de Puebla, hizo recordar que colocaron como “catedráticos” a inefables personajes como Oscar Sergio Hernández Benítez, Fidencio Aguilar Viques y a un economista, Rafael Tamayo Flores, el secretario de Economía del entonces gobernador Marco Adame. Reunido el sábado 19 Araiza con alumnos, los arengó a “defender al CIDHEM de la manipulación política (sic) del gobernador”, y convocó a una junta extraordinaria de la Junta de Gobierno, medida que no estaba en sus facultades pues quien debe convocar es el presidente de la misma, que es el secretario de Educación. El lunes 22, en efecto, se reunió la Junta de Gobierno y su primera determinación fue notificarle a Araiza que estaba fuera de la dirección del CIDHEM y que se aprestara a entregar el cargo e iniciar el proceso de entrega-recepción. A algunos se les hizo extraña la actitud del destituido, reticente a aceptar que estaba corrido, y para otros simplemente acabó de mostrar el cobre del salario apetitoso del cargo que, coincidieron, le quedó grande y, megalómano, utilizó para lucimiento personal. Señalaron: echar un vistazo al portal electrónico confirma el reproche de la comunidad: “no es la página del CIDHEM, es la página de Araiza”. Después de la notificación de la Junta de Gobierno, el  mismo lunes, además de negarse a recibir y firmar tal resolución, ocurrió lo más extraño: Araiza “tomó las instalaciones del CIDHEM”, así que cayó en desacato ante la máxima autoridad del Centro. Ironizaron: Con esos desplantes no sería de sorprender que el señor plante una tienda de campaña enfrente del CIDHEM y se declare en huelga de hambre para que le restituyan “su puesto”. El martes, el secretario de Educación, René Santoveña Arrredondo, convocó a la Junta de Gobierno, pero como las instalaciones del Centro seguían “tomadas” por Araiza la sesión se realizó en el Salón Matamoros de la Casa Morelos, donde la determinación del colegiado fue designar como directora interina, por noventa días, a Natalí  Sánchez Ríos, funcionaria desde 1999 del CIDHEM.

DESTITUCIÓN ANUNCIADA
Enterado del primer recurso de amparo del ahora ex director, el domingo 28 de enero pasado este espacio exhibió la situación del CIDHEM. Ni entonces ni después hubo la menor réplica, y mucho menos exigencia de aclarar lo que aquí planteamos, ni desmentido oficial o informal. Eso sí: hubo intentos fallidos de identificar el conducto por el cual llegó al Atril tal acuciosidad y certeza de datos. Porque la ramplonería y falta de ética académica no se pueden ocultar por mucho tiempo, vale reproducir fragmentos de lo que vienen a ser antecedentes de los acontecimientos de estos días y cuyo epílogo ya conocemos:
“Lo que fuera un auténtico centro generador del saber y la reproducción de las disciplinas humanísticas en Morelos, tarea que le dio reconocimiento nacional entre las instituciones de su tipo, hoy está en el limbo de la mediocridad académica. Salvo contadas excepciones de académicos fundadores, profesores e investigadores de probado rigor científico e intelectual, el Centro de Investigaciones y Docencia en Humanidades de Morelos (CIDHEM), está convertido en botín de los resabios de la ultraderecha que desgobernó doce años la entidad.
La incertidumbre en la que se encuentra el CIDHEM, entre otros factores, se debe al drástico cambio en la composición de su Junta de Gobierno. El Centro ha sido creado dos veces: la primera en 1994, mediante decreto del gobernador Antonio Riva Palacio. La segunda fue en 2009, cuando en el gobierno de Adame el secretario de Educación, José Luis Rodríguez, le quita el carácter académico a la Junta de Gobierno y, en vez de una mayoría de académicos, se colocan a los titulares de secretarías como Hacienda, Contraloría, Oficialía Mayor y, claro, al responsable de Educación. La mayor pifia fue haber excluido de la Junta de Gobierno a la representación de la UNAM. Ante las protestas y agrias críticas dentro y fuera del CIDHEM, tuvieron que dar marcha atrás e incluir de nuevo al representante de la UNAM en la Junta. El colmo hubiera sido que las ‘eminencias grises’ del panismo que acabaron cooptando al CIDHEM hubieran expulsado de la Junta de Gobierno al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT).

“Esta clase aberraciones y la caída subsecuente comenzó cuando en 2007 los panistas de administración estatal dieron entrada en el CIDHEM a egresados de la Universidad Popular Autónoma de Puebla (UPAP), reconocido bastión de una de las derechas más recalcitrantes del país y éstos, a su vez, abrieron la puerta a sus homólogos ideológicos de la UNAM –que también tiene facción conservadora y derechista– en la persona de Jesús Araiza. El todavía director general del CIDHEM es discípulo y seguidor del fraile dominico Beuchot, quien imparte cátedra en la Facultad de Filosofía y Letras del alma mater Puma. Decimos ‘todavía’ porque, como cualquier funcionario de extracción panista de nivel medio, Araiza se enquistó en el cargo mediante un amparo interpuesto ante una autoridad laboral en el estado,  el cual le fue negado, y recurrió entonces al mismo recurso, pero en una instancia federal. Esto en el breve lapso en el que el PRD ganó la elección en julio pasado y tomaron posesión las nuevas autoridades. Araiza se adelantó a lo que se venía venir –la solicitud de renuncia de las nuevas autoridades de la Secretaría de Educación– y pretextando que a él lo nombró la Junta de Gobierno (por lo cual ninguna autoridad lo puede remover así se lo pida el mismo gobernador), recurrió al mencionado amparo. Así, el CIDHEM está ‘dirigido’ por un funcionario prendido con alfileres de la ubre presupuestal, con una plantilla de maestros saturada de amigos y recomendados del sexenio pasado, a sabiendas de que tarde o  temprano la Junta de Gobierno del CIDHEM decidirá su suerte, amén del vencimiento del socorrido amparo.
“No queremos ni imaginar que el PAN hubiera ganado las pasadas elecciones. La señora Mayela Adame de Alemán sería seguramente la directora del CIDHEM, puesto que bajo el apoyo de Araiza la ex primera dama obtuvo su ‘Doctorado’ en Literatura. No es ocioso mencionar también que bajo la protección de la señora Mayela, de ser un filósofo gris y desconocido y sin trayectoria en el CIDHEM, Araiza –invitado por su antecesor Juan de Dios Andrade– pasó a cobrar como maestro de tiempo completo y, más tarde, director…”.

LA EXTINCIÓN
A la comunidad del Centro le queda clara una certeza: la única tarea y compromiso de Natalí Sánchez Ríos es cumplir con el decreto de extinción del CIDHEM, para dar paso a lo que será El Colegio de Morelos. Nada más. Eso y volver al orden institucional y, sobre todo académico, ante la anarquía que propició Araiza cuando tuvo de patrones a los panistas: maestros de tiempo completo que no dan clases, directivos que no cumplen el perfil, asignaturas otorgadas a “los cuates” o por mandato “de arriba”, maestrías y doctorados al vapor y titulaciones fast track, represalias a directivos y catedráticos “rebeldes” por oponerse y exhibir aquellas lindezas, favoritismos y camarillas entre el personal de apoyo y administrativo y un largo etcétera de irregularidades. Parte de esa purga deberán ser las  hermanas Álvarez Icaza, cuyo único mérito es ser consanguíneas de Emilio Álvarez Icaza quien, en su momento y al igual que Araiza en el suyo, cobró como maestros de tiempo completo sin una sola hora de clase frente a grupo. Así se las gastaban. 

La creación de El Colegio de Morelos apunta en la dirección para la cual proyectó el doctor Ricardo Guerra Tejada el CIDHEM: convertirlo en un centro de alcance regional y nacional, como ya lo son, entre otros, El Colegio de Michoacán, El Colegio de la Frontera Norte y, no se diga, El Colegio de México, todos ellos instituciones que son auténticos generadores y promotores de las ciencias y las humanidades. Palabras más palabras menos, tales fueron los argumentos del gobernador Graco Ramírez al reunirse con una cincuentena de estudiantes y docentes del CIDHEM, una vez que se formalizó la destitución del al fin ex director.

Comenzaron a correr los noventa días que se cumplen a finales de octubre. Las hojas del calendario pasan volando. Se van como un suspiro. La pregunta obligada es: ¿quién será el primer director general de El Colegio de Morelos? Hay prospectos, los conoce la comunidad del CIDHEM que pronto lo será de El Colegio de Morelos. Pero no hay que adelantar vísperas. Los próximos serán días de devolver al orden académico al Centro, extinguirlo como un paso más de los planificados por el doctor Guerra. El mejor tributo a la memoria del filósofo y humanista es que su herencia no está más ni estará –confiemos– en manos de oportunistas con disfraz de intelectuales… ME LEEN MAÑANA.

jmperezduran@hotmail.com

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